Martín Domínguez estaba en su hogar, cuando repentinamente le avisan que el lugar que administra, nada menos que el museo Pedro del río Zañartu, corría serio peligro de ser alcanzado por el fuego que ardía en el bosque nativo del sector de los picnics."Altiro llamé a Bomberos... Esto fue como a las 9 y media de la noche; y mientras tanto, a la espera de los Bomberos, junto a seis hombres tomamos a duras penas un antiquísimo estanque con agua y tratamos de evitar que el fuego llegara al museo", contó un nervioso Domínguez.
Escasa agua
A cinco minutos de la alerta los voluntarios de la Primera Compañía bomberil de Hualpén llegaron al lugar. Con el agua de sus carros (dos) lanzaron innumerables chorros del vital líquido sobre las centenarias palmeras que colindan el añoso inmueble.
Los voluntarios bañaban la casona con rapidez; mientras otro grupo apuntaba las mangueras hacia el incontrolable y mastodóntico fuego que consumía peumos, boldos, quillayes, litres y otros árboles.
Paralelamente a las labores de extinción dos camiones aljibes iban y venían para proveer de agua; hubo momentos en que no salía el vital líquido desde las mangueras; la tensión era patente en los rostros de los jóvenes bomberos.
Sin respiro
A eso de las 22.30 se controló el fuego, sin embargo, en la ladera del cerro de la Península de Hualpén el fuego era incontrolable. "¡Por aquí!", "¡Más arriba!", eran los gritos que se escuchaban entre el personal de la Conaf que enfrentaba con motosierras, hachas y palas las llamas que se veían desde los cerros de Concepción y San Pedro de la Paz. El aire era irrespirable y, pasadas la una de la madrugada, el fuego seguía amenazante.
EL SEGUNDO INCENDIO DEL SIGLO XXI
En 2001 ocurrió un incendio en las cercanías del museo, pero no fue tan grande como el de ayer, comentaron trabajadores del museo. Sobre las causas del siniestro ni fuentes bomberiles ni de Conaf quisieron aventurarse. Aparte del centenar de Bomberos de dos compañías de Hualpén, Talcahuano, además del apoyo de una unidad penquista, un numeroso contingente policial de la Cuarta Comisaría de la joven comuna llegó a vigilar que alguno de los presentes no aprovechara la oportunidad para robar. Hasta el lugar igual concurrió el gobernador, Eric Aedo. El fuego consumió cerca de 4 hectáreas de bosque nativo.
Fuente: Diario Crónica
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