martes, 25 de diciembre de 2007

Te proponemos una navidad y año nuevo más ecológicos y solidarios


El verde es, por excelencia, el color más utilizado durante las fiestas de Navidad. El verde está en sus símbolos más tradicionales. En las guirnaldas, en los lazos, en las bolas, y principalmente en los árboles navideños. A continuación te proponemos algunos consejos para tener unas fiestas de fin de año más limpias y sanas.

Símbolos navideños, en peligro

La decoración con elementos vegetales entronca con la tradición navideña. El árbol, importado de las tradiciones centroeuropeas y escandinavas, es su principal símbolo; y como tal, cada año está presente en millones de hogares.... y, pasadas las fiestas, en miles de contenedores de basura. Durante las últimas décadas, los árboles arrancados de la naturaleza por este motivo se cuentan por millones. El deseo de la gente de adornar un árbol natural ha hecho que se cultiven y se pongan a la venta en grandes cantidades. Así las cosas, el verdadero problema ecológico no es ya el hecho de comprar un árbol (ya que se cultiva expresamente para este uso) sino qué hacer con él tras las fiestas.

Navidad brillante versus Navidad luminosa

Las luces brillantes iluminando calles y escaparates marcan el comienzo del desenfreno navideño. Aunque, de momento, sigue sin redactarse una normativa seria, y generalizada que regule la iluminación navideña, si existen, sin embargo, alternativas viables para frenar este despilfarro de energía. Ampolletas de bajo consumo; módulos que, sin restar calidad decorativa, reducen en un tercio el consumo eléctrico; límite de horas de encendido... estas y otras medidas adoptadas por comerciantes y administraciones locales, reducirían notablemente el consumo e incentivarían el uso de tecnologías ahorradoras.

Y después de las navidades...¿Qué?

Una vez pasadas las fiestas, llega el momento de recoger y guardar los adornos, deshacerse de los embalajes de los regalos y de los restos de las fiestas. La Navidad se ha convertido en la conmemoración por excelencia del gasto, y su manifestación más visible es la acumulación de residuos sólidos en, y junto a, los contenedores de basura. Durante estas fechas, en los municipios donde funciona la recogida selectiva, se observa un incremento de papel y vidrio de entre el 20% y el 30%. Pero, además del exceso de embalajes, también hay un consumo excesivo de objetos inútiles o banales. Una forma de empezar el nuevo milenio ahorrando energía y reduciendo residuos es clasificar los objetos desechables por materias, y depositarlos en los contenedores oportunos. Otro acto ecológico de renovación y reciclaje es comenzar el año haciendo limpieza de ropa, muebles y demás objetos que hace tiempo dejaron de usarse, y permanecen guardados en el fondo de los armarios o en cualquier rincón de la casa. Hay organizaciones que se encargan de enviar a países del Tercer Mundo juguetes y ropa que estén en buen estado. Otras entidades se dedican a recoger y reciclar ropa, ordenadores, máquinas de escribir, muebles... con lo que también podemos contribuir a la creación de puestos de trabajo. Por su parte, muchos municipios ponen a disposición de sus habitantes servicios especiales de recogida selectiva de residuos.

Por unas Navidades más ecológicas

Año nuevo, vida nueva. Aproveche el cambio de año para deshacerse de todas esas cosas que ya no utiliza. Organice las basuras para reciclarlas, y recuerde que hay grupos que pueden aprovechar la ropa, muebles y juguetes que ya no quiera.
En sus adornos navideños use lámparas de bajo consumo. Recuerde que las luces navideñas deben ser un elemento de decoración y no de iluminación.
Sustituya las luces por adornos confeccionados con flores, hojas, ramas de árboles, etc. Si los elabora usted mismo, mucho mejor.
Recicle y reutilice los adornos de otras navidades.
Cuando compre árboles de Navidad, a ser posible, elija aquellos que tienen raíz; pasadas las fiestas podrá acudir a un centro de recogida para su posterior replantación.
Felicite a sus seres queridos con postales de ONG solidarias con el entorno social y medioambiental.
Incluya en las postales mensajes ecológicos ("deposíteme en un contenedor de papel").
Elija juguetes y regalos fabricados con materiales duraderos y ecológicos.
Recupere juguetes ya usados o regálelos a otros niños.
Decántese por los regalos artesanales. Aproveche estos días de fiesta para elaborar obsequios personales. Si los trabajos manuales no son su fuerte, visite las tiendas solidarias de Comercio Justo. Seguro que encuentra algo con que sorprender a los suyos.
Reutilice papel de regalo ya usado o, en su defecto, use papel reciclado.
En las sociedades opulentas, y especialmente en Navidad, se despilfarra, mientras que en otros lugares del mundo se carece de lo básico; además, el derroche contribuye a la esquilmación de los recursos naturales y a la explotación del ser humano.

No hay comentarios: